sábado, 26 de diciembre de 2015

OTROS ASPECTOS ECONÓMICOS DE MENDAVIA (SIGLO XVIII)

Eras, trilla y paja

Acabada la siega del cereal, las gavillas puestas a secar en tresnales se acarreaban hasta las eras, donde se trillaban, con trillos arrastrados por ganados y aventando el grano para separarlo de la paja. La villa tenía algunas eras propias (Río Cascajo, 1737; junto a Ntra. Sra. de Legarda, 1796) que ponía a renta. Había muchas eras particulares. En tiempos de cosecha se pagaban jornales por ayudar en la trilla tanto a hombres, como caballerías o niños (1732). Los contratados para trillar debían trabajar incluso en fiestas de San Roque, a riesgo de ser despedidos.
Al paso de los ejércitos con caballerías, el ayuntamiento les suplía con paja. Así sucedió en 1709, 1719, 1721, 1739 y 1766, entre otros. También se comerciaba la paja privadamente. Se encargaban carretadas de paja incluso desde Lerín (1768). Arrobas, serones, costales, gavejones y carretadas son los nombres que se utilizaban para indicar la paja negociada. Con el prior de Legarda la villa tuvo un pleito (1796) en relación con el uso de una era en las inmediaciones de la ermita. A veces la paja desaparecía de las eras y existen acusaciones entre vecinos por este asunto. Hay vecinos que tenían pajares, edificios donde resguardaban la paja para mayor protección. Quienes no disponían de tanto espacio cubierto formaban grandes montones de paja suelta (pajueros), pisándola para que tuviera estabilidad. Les daban una altura considerable y en verano corrían serio peligro de incendio.

Grano depositado en el granero de Mendavia (en robos completos)

A continuación se presenta la cantidad de grano depositado en el granero de la villa de Mendavia y el Tesorero de cada año.

Año
Tesorero
Trigo
Cebada
1700
Esteban Quadrado
1.474
675
1701
Joseph de Urquizu
1.731
678
1702
Joseph de Urquizu
1.680
563
1703
Joseph González de Oñate
1.997
586
1704
Juachin Sainz de Nalda
2.368
638
1705
Miguel de las Peñas
2.601
557
1706
Miguel de Ganuza
2.621
592
1707
Pedro de Isaba
2.749
575
1708
Francisco de Urquizu
2.962
630
1709
Juan de Ganuza
2.625
572
1710
Benito Sagredo
2.300
611
1711
Simón Marín
2.203
618
1712
Juan de Sesma
3.003
1.174
1713
Martín de Etayo
2.546
617
1716
José González Falcón
2.078
593
1717
Francisco Aragón
-
-
1718
Esteban Pasqual menor
1.934
654
1719
Francisco Butrago
1.377
572
1720
Bartolomé Alonso
-
-
1721
Francisco Berano
1.068
557
1722
Manuel de Carasa
1.504
608
1723
Esteban Pasqual
-
-
1724
Silvestre Zenzano
928
585
1725
Miguel de Irigoien
1.707
646
1726
Joseph Rodríguez
1.453
612
1727
Joseph González Falcón
1.391
635
1728
Juan Alonso Escudero
1.009
644
1729
Juan Blas de Urquizu
1.193
576
1730
Joseph Roldán
1.659
576
1731
Joseph Fernández Beaumonte
1.550
924
1732
Joseph Fernández Beaumonte
770
556
1733
Luis de Echeverría
1.761
799
1734
Lorenzo García Yaniz
664
556
1735
Sebastián Sagredo
884
556
1736
Blas de Urquizu
899
644
1737
Esteban Pasqual menor
737
556
1738
Fernando de Sádaba
843
690
1739
Fernando Martínez de Armañanzas
780
782
1740
José Alonso Duque
812
574
1741
Juan Antonio Martínez
797
829
1742
Joseph de Arróniz
713
574
1743
Francisco Martínez González
914
961
1744
Francisco Martínez González
762
556
1745
Santiago Alonso
800
566
1746
Joseph Roldán
974
649


  


La gráfica propia ayuda a percibir los picos de ingreso de trigo antes de 1715 y la fuerte caída después de 1733. La cebada se mantiene más estable. El promedio es de 1543 robos para el trigo y 646 para la cebada. Considerando el total de ingreso de todo el periodo, la de trigo es más del doble que la de la cebada. El cobro total de rentas cerealeras sobrepasa los 3000 robos entre los años 1704-1713, con un pico de 4177 en 1712; y tiene un mínimo de 1220 robos en 1734.

Precios de trigo, cebada y centeno (algunos años entre 1700-1746)

Se agrega una tabla con algunos precios de cereal (reales el robo) en el mercado de Estella.



Año
Trigo
Cebada
Centeno
1700
6


1702
4,5


1709
7


1710
10


1717

2,5

1718
4


1721
3


1722
3,25


1723
4


1730
6


1733
6
6,05

1734

2

1735
4


1736
5


1743
4

1
1746
3,5
2


Productividad del cereal en Mendavia

Del trabajo “La productividad de la tierra en la Corona de Castilla a mediados del siglo XVIII” de Miguel Ángel Bringas Gutiérrez, se pueden extraer unos datos importantes, de carácter aproximativo, para el estudio de la productividad cerealística en Mendavia en este siglo XVIII. Mendavia puede equipararse a la zona que llama del interior peninsular.
En su estudio distingue tres aspectos para la valoración de la productividad: 1.- la productividad media bruta de la tierra, en quintales métricos por hectárea; 2.- la productividad media neta de la tierra, descontado la semilla utilizada; 3.- el rendimiento de la simiente. Este último dato es de fácil manejo, pues puede ser utilizado aplicado a cualquier sistema de medición de áridos, tanto en peso como en capacidad.
Bringas ofrece también un punto de comparación con la productividad de la tierra en Inglaterra/Gales para ese mismo tiempo.

Interior peninsular, 1750-1756                               Trigo       Cebada   Centeno Avena
Productividad media bruta de la tierra (qm/ha.)       4,97              8,94     4,11     3,13
Productividad media neta de la tierra (qm/ha.)         3,82              7,98     3,20     2,59
Rendimiento medio de la simiente (qm/qm.)            4,66              6,58     5,91     6,27

Inglaterra/Gales, 1750
Productividad media bruta de la tierra (qm/ha.)       13,9               17,2     12,9     14,4


Se pueden considerar estos datos de productividad y rendimiento del cereal en el interior peninsular como un dato aproximado de lo que ocurría en Mendavia. El atraso en el campo era notable, como se aprecia si lo comparamos con el desarrollo que se había producido en Inglaterra. La productividad del trigo era allí 2,8 veces más, y la de la cebada 1,9 veces.

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