domingo, 12 de julio de 2015

DE VIÑEDOS Y VINOS

En 1782 había viñas que se habían introducido en caminos, según se ha visto: en Carra la Rueda, 18 viñas; los Majuelos de Arriezu, 23 viñas; Pasada de las Largas, 43 viñas; Carra Logroño, 18; por la Callejada, 7. Hacen un total de 109 viñas en estas condiciones.
Aunque el trigo y la cebada eran los cultivos predominantes en el pueblo, la viña iba en aumento. El cultivo de viñas tenía aparejada la elaboración de vino. En las casas principales había grandes bodegas con enormes cubas.
Una idea de la producción de vino en Mendavia siglo XVIII la da la bodega de la primicia, la de la Granja de Imas y el sorteo de cubas que se realizaba. La bodega de la primicia correspondía a la uva que recibía la iglesia en diezmos y primicias.

El vino de la primicia y la abadía

El vino de la Primicia se sacaba a venta cada año. El sacerdote primiciero se encarga de ello. En 1746 sacan 120 cántaros a medio real el cantaro. En 1785 se incrementó la produción de la iglesia a 1.260 cántaros. En 1811, en plena guerra, el cargo de vino perteneciente a la Abadía de Irache lo administra el Ayuntamiento: 662 cántaros de la Abadía en Imas, más 40 cántaros del diezmo de Mende la vieja, son 802 cántaros.
En Mendavia, como en muchos otros lugares, la capacidad de cubas y pipas son variables. Sin embargo, pueden encontrarse muestras en los textos de los archivos municipales que asignan a una cuba unos 660 litros (60 cántaros) y a una pipa unos 2600 litros (200 cántaros).

El precio de la uva

A finales del siglo XVIII se establece el precio de la uva y el mosto en el ayuntamiento. La  moneda es variable.


Carga de uva
Cántaro de mosto
1775
10 reales
2,5 reales
1786
5 reales
1 sueldo fuerte

Sorteo de cubas

Para vender el vino al público particular o a la taberna, el regimiento efectuaba un sorteo, que determinaba el orden por el cual los cosecheros sacaban el producto. Un ejemplo: el 25 de marzo de 1784, con asistencia de muchos interesados, se hizo el sorteo de cubas, y quedaron así: 1º Vda. de Aguirre; 2º D. Ramón Ximénez; 3º Juan Joseph Ibarra; 4º Angel Arróniz; 5º Santos Labeaga; 6º Ignacio Sagredo; 7º Antonio Albisua; 8º D. Lino Ordóñez; 9º Joseph de Ripa; 10º Joseph Ordóñez; 11º Miguel González; 12º D. Ramón Palacios; 13º D. Francisco Remírez; 14º La Primicia; 15º D. Manuel González; 16º Joseph Alcalde; 17º D. Agustín Sagredo; 18º Pedro Quadrado; 19º Lorenzo Lacalle; 20º Sebastián Irigoyen; 21º Lorenzo Martínez; 22º El Sr. Obispo; 23º D. Antonio García; 24º Juaquín Quadrado; 25º Ramón Marquínez; 26º D. Juan Antonio Zalduendo; 27º D. Juaquín de Irigoyen; 28º Xertrudis González; 29º Pedro Miguel Larraynzar.
En un cálculo muy aproximativo, de 30x800, daría unos 24000 litros, que se venderían ese año, sin contar con otras cubas de fuera del pueblo, tocando a unos 8 litros por habitante de la villa al año, o unos 40 litros por familia de 5 personas. Ya el consumo de vino para la fecha se había hecho importante.

Arriendo de taberna

El arriendo de la taberna salía cada año, en enero. Fueron arrendadores Gregorio Istúriz (1693), Eugenio Márquez (1699), Joseph de Abalos (1718), Santiago Alonso (1743), Lorenzo Casado (1761, 1764), Juan Joseph de Echeverría (1767), Bartolomé de Aguirre (1770, 1772, 1782), Juan Manuel González (1775, 1777), Santos-Saturnino Elvira (1787, 1788), Esteban González (1793), Manuel Subero (1794), Miguel Martínez de Baquedano (1795), Francisco Gómez (1800). A comienzos de siglos XIX venden aguardiente Manuel Lacalle (1807), Javier Elvira (1808) y Genaro Íñigo (1809).
Algunos personajes que llegan a Mendavia supervisan el vino que se expende. El obispo Gaspar Miranda Argaiz lo prueba y duda de si es vinagre (1754). D. Pedro Ochoa de Olza, Alcalde Mayor del condado de Lerín, Juez de Residencia en lo civil y criminal, en su estancia en Mendavia el año 1764, dice que el pan y vino que se da en las beredas no son de buena calidad, pero en las cuentas se reflejan como buenos.
En 1757 y 1758 el regimiento realiza advertencias a los vecinos que desean vender su vino cosechero en casa, sin perjuicio de la taberna y con las regulaciones debidas. Se exige que un práctico apruebe las condiciones de venta.

Evolución de la renta anual de la taberna                                

Estos datos anuales del pago por arriendo de la taberna pueden ser otro interesante indicativo de la producción y consumo de vino en la villa.

Año
Reales
1699
165
1743
330
1775
864
1782
1.176
1794
1.360

Puede apreciarse el incremento notable del pago del arriendo, lo que muestra que los beneficios obtenidos también fueron en aumento. Entre las condiciones confirmadas por el Real Consejo en 1795 la primera establecerá que tal renta no baje de 660 reales.

El Real Consejo de 1795

Entre otras condiciones que se fijan para la venta y consumo de vino en el pueblo resaltan las que favorecen a los cosecheros para vender libremente su vino, y a los vecinos en general para traer de afuera vino para su consumo. Las regulaciones más estrictas se establecen para el sorteo y venta del vino en la taberna. Se recogen aquí estas normativas:
· Que si los cosecheros de vino de la Villa lo tuvieran propio de su cosecha, lo ha de vender precisamente el arrendador de la taberna, y en ese caso no se ha de poder traer de fuera.  Que cuando no haya vino de dichos cosecheros en el pueblo, podrá el arrendador conducirlo de los pueblos inmediatos.
· Que los vecinos, con arreglo a la costumbre antigua, puedan traer vino de fuera para su propio consumo, sin que nadie se lo pueda estorbar, ni incurra en pena alguna.
· Que para vender el vino de los cosecheros del pueblo, se sortearán entre todos 10 cubas y dará principio a vender el primero que sorteare y así sucesivamente.
· Que el cosechero que quiera vender el vino en su propia casa, lo pueda hacer cuando quiera y no podrá en este caso valerse para su venta del arrendador de la taberna, su mujer, ni familia y lo deberá hacer por medio de cualesquiera persona o personas que les pareciere.
· Que los vecinos con ningún pretexto ni motivo puedan traer vino común para vender en sus casas.

Que se planten viñas

Ante al incremento de consumo del vino, en 1796 el alcalde propuso que, como es muy poco el viñedo que hay y, por lo mismo, la mayor parte del año falta abasto de vino, los vecinos tienen que traerlo de fuera o proveerse en la taberna, con mucho dispendio y coste, y en atención a que hay términos apropiados para viñas, deliberen lo que les pareciese. Los vecinos dijeron que se planten viñas en las tierras labradías del término de Beraza, Marinegra y Pie del Rubio, hasta la pasada que baja a la hoya de Valilengua y que el ganado menudo pueda gozar en dichas viñas, desde la vendimia hasta el día de Nuestra Señora de Marzo, o algunos días antes, según el estado y adelantamiento de las viñas y que se haga saber a la Mesta esta resolución, para que le conste y se solicite al Real Consejo, para lo cual dan poder a Félix Escudero, procurador de esta villa.

Todos los acontecimientos se acompañaban con vino

Tanto el día de San Fermín (1709) como la procesión con Ntra. Sra. de Beraza, patrona de la villa, desde la iglesia a la capilla que se hizo nueva (1713) se concluyen en celebraciones populares con vino. La cofradía de San Isidro Labrador y San Antonio Abad repartían anualmente a los cofrades entre 12 y 20 cántaras de vino.
Las beredas de trabajo se acompañan con pan y vino. En ocasiones se agrega queso y, en casos especiales, hasta sardinas (en 1709 se gastan 29 reales en pan, vino y unas sardinas, con la gente que fueron a señalar los 11 casos; a 7 reales el  ciento de sardinas).

El siglo de las beredas. Experiencia de organización vecinal

Se pueden revisar algunas de las beredas desde finales de siglo XVII y durante todo el siglo XVIII. Es sorprendente cómo con el establecimiento de las Juntas de Veintena como gobierno municipal más aristocrático el sistema de beredas se fue extinguiendo.
La mayor parte de ellas se hacían para mejorar la fluidez de los cauces de los ríos o reparar sus daños en el pueblo, en puentes y caminos. Se ahonda el cárcabo (1692), se deshace una estacada en medio del Río Ebro (1701), se ponen estacas en el Río Ebro para su defensa (1704, 1708, 1712, 1738, 1745), y en el Puente Grande, para defensa de las avenidas y que no entrase la agua en el lugar (1707), se abre un desaguadero en el Río del Moral, se quita el agua de las avenidas del Río Salado (1709, 1718), se compone el valladar debajo San Bartolomé, para defensa de las avenidas del Río Salado (1717, 1775), se compone la presa del Río Mayor, y se componen otros ríos en la Requeja para regar los Sotos, a causa de haber causado ruinas una avenida de dicho Río Mayor (1725, 1739, 1744, 1763, 1774), se  repara el cespediado y borde que contiene las aguas que bajan del Río Salado al Río Mayor (1764), se abre una porción de cauce, en el paraje que llaman la Helera, para conducir el agua al Río Molinar y echar la fuente de Lazagurría al cauce del río Nuevo (1708, 1721, 1726, 1737, 1774), se limpia el cubo del molino, el río del mismo y el río Cascajo (1718, 1723, 1746, 1766), se hace el cespediado de El Moredo (1723), se limpia el Río Madre de Carralegarda, Carra Imas y la Cárcaba (1721, 1740, 1787), se hace un río nuevo en el Soto de Abajo, para impedir que se inundase el Aguachinal (1780), se compone la Presa del Soto, se limpian ríos para regar (1767, 1768, 1785, 1792). Se cierra la cárcava del Arenal para conducir el agua del Ebro para los Sotos (1725, 1763).
Se componen caminos a Carre Legarda, Carre el Carro, Carra el Soto, Carra la Rueda y algunas puentes que cruzan los Ríos (1711, 1791), se componen el Calvario, caminos  Carre Logroño (1739, 1774, 1782, 1785), camino de Imas (1792), camino del Puente Grande hasta el río Cascajo y el camino de la Vuelta del Monte, camino del río Molino, camino de Parte el Prado (1788), los caminos para subir a la iglesia, que estaban intransitables por las muchas aguas que cayeron (1787), se abre una carretera hacia el molino harinero para el mejor tránsito de los carros (1746), se compone la Plaza (1783) y se compone la puente que llaman de la Fuente (1787), se allana el Corral del Concejo y la carretera que está sobre él, que fue preciso para el uso del acarreo y del tránsito de coches en el Camino Real (1751). Se echa cascajo en la calzada, desde el Río Cascajo hasta la entrada de la villa, pasando por el Puente Grande, que es camino carretil para la Ciudad de Pamplona (1760, 1771). Se componen los caminos hacia Los Arcos, Sesma, Lerín, Lodosa y Viana (1711, 1763, 1771). 1783 fue especialmente frío, con muchas nevadas y lluvias que obligaron a componer totalmente la plaza y varios caminos por estar “enronados” e intrasitables, igual se llevaron las avenidas, la presa del Soto. Se hizo todo a beredas.
Otro tipo de beredas no mencionadas con tanta frecuencia dan ideas de la variedad de faenas comunitarias realizadas en el pueblo:
Sacar las aguas del pueblo, que inundaban las casas de los vecinos (1789, 1791).
Plantar árboles en el camino de Legarda y también alrededor del Santuario (1704), limpiar de árboles el Soto, abrir hoyos para la plantación de árboles y cavar el vivero (1759).
Recoger nieve y hielo en marzo, para vender en agosto, limpiar y escombrar el pozo de la nevera (1702, 1709, 1711, 1721, 1736, 1739, 1780, 1785 y 1786).
Echar las suertes de los términos de Baloria y Beraza (1704) y señalar 11 casos (1709), barear y medir el término del Arenal (1725).
Componer y señalar las mugas de los término de Imas y La Sarda, reconocer las mugas y mojones de la villa y circunvecinas (1712), en el Soto de Baldegón (1731), con los de Villamayor, enmendar ciertas tierras que se habían introducido sin licencia (1717), poner las mugas en piedra de la Dehesa,  conducirlas desde Imas (1746).
Recorrer campos y caminos, registrar términos y mugas, para ver si había gente de mala vida (1710, 1739), circunvalar las orillas del Ebro, poniendo sus respectivos centinelas y en los demás términos, varias cuadrillas, para que aprehendiesen cualquier sujeto que transitase, no siendo conocido y con sospecha de mala vida y gente vaga (1770), recorrer ladrones por ferias de Tafalla y San Fermín (1745, 1791), vigilar a los vecinos de Alcanadre que hacían cortes de leña (1722), reconocer caminos por si andan gitanos, para prenderlos por orden del Sr. Conde de Moreda, Virrey de este Reyno (1745).
Realizar el resaque de lobos (1739, 1791).
Cerrar el Corral del Monte y el de Soto, para cubillar la vaquería y bueyería (1738).
Hacer una balsa en el término de Valoria debajo la Fuente de la Ventosilla, para que en ella abrevasen las ganaderías concejiles (1693).
Componer la Fuente de Balondo (1707).
Cerrar y componer la plaza para correr los toros (1712, 1721, 1722, 1737).
Poner puentes para la procesiones a Lodosa y Alcanadre y otra a Legarda (1712).
Cortar maderas para la escuela (1709), componer la Casa de la Villa y Cárcel (1738), componer la escuela, el tejado del molino y el Portal de la Villa (1768).
Limpiar y escombrar la Capilla del Sto. Cristo en Ntra. Sra. de Legarda, llevar yeso y ladrillo para su composición, y colocación del Sto. Cristo de Legarda en la capilla nueva (1739).
Descombrar el Hospital, por haberse hundido y cogido sus tapias la calle pública, dejándola intransitable (1745), demoler el Hospital, escombrarlo, subir la madera y otros materiales que podían aprovecharse, al granero de la villa, abrir los cimientos y conducir desde la tejería 6.400 ladrillos y 1.700 tejas para la fábrica de dicho Hospital (1746).

Recoger gente presa para cumplir con la orden que se tuvo para la primera leva de soldados (1718).

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