En 1782 había viñas que se habían
introducido en caminos, según se ha visto: en Carra la Rueda, 18 viñas; los
Majuelos de Arriezu, 23 viñas; Pasada de las Largas, 43 viñas; Carra Logroño,
18; por la Callejada, 7. Hacen un total de 109 viñas en estas condiciones.
Aunque el trigo y la cebada eran los
cultivos predominantes en el pueblo, la viña iba en aumento. El cultivo de
viñas tenía aparejada la elaboración de vino. En las casas principales había
grandes bodegas con enormes cubas.
Una idea de la producción de vino en
Mendavia siglo XVIII la da la bodega de la primicia, la de la Granja de Imas y
el sorteo de cubas que se realizaba. La bodega de la primicia correspondía a la
uva que recibía la iglesia en diezmos y primicias.
El vino de la primicia y la abadía
El vino de la Primicia se sacaba a venta
cada año. El sacerdote primiciero se encarga de ello. En 1746 sacan 120 cántaros
a medio real el cantaro. En 1785 se incrementó la produción de la iglesia a
1.260 cántaros. En 1811, en plena guerra, el cargo de vino perteneciente a la
Abadía de Irache lo administra el Ayuntamiento: 662 cántaros de la Abadía en
Imas, más 40 cántaros del diezmo de Mende la vieja, son 802 cántaros.
En Mendavia, como en muchos otros
lugares, la capacidad de cubas y pipas son variables. Sin embargo, pueden
encontrarse muestras en los textos de los archivos municipales que asignan a
una cuba unos 660 litros (60 cántaros) y a una pipa unos 2600 litros (200
cántaros).
El precio de la uva
A finales del siglo XVIII se establece
el precio de la uva y el mosto en el ayuntamiento. La moneda es variable.
Carga de uva
|
Cántaro de mosto
|
|
1775
|
10 reales
|
2,5 reales
|
1786
|
5 reales
|
1 sueldo fuerte
|
Sorteo de cubas
Para vender el vino al público particular
o a la taberna, el regimiento efectuaba un sorteo, que determinaba el orden por
el cual los cosecheros sacaban el producto. Un ejemplo: el 25 de marzo de 1784,
con asistencia de muchos interesados, se hizo el sorteo de cubas, y quedaron
así: 1º Vda. de Aguirre; 2º D. Ramón Ximénez; 3º Juan Joseph Ibarra; 4º Angel
Arróniz; 5º Santos Labeaga; 6º Ignacio Sagredo; 7º Antonio Albisua; 8º D. Lino
Ordóñez; 9º Joseph de Ripa; 10º Joseph Ordóñez; 11º Miguel González; 12º D.
Ramón Palacios; 13º D. Francisco Remírez; 14º La Primicia; 15º D. Manuel
González; 16º Joseph Alcalde; 17º D. Agustín Sagredo; 18º Pedro Quadrado; 19º
Lorenzo Lacalle; 20º Sebastián Irigoyen; 21º Lorenzo Martínez; 22º El Sr.
Obispo; 23º D. Antonio García; 24º Juaquín Quadrado; 25º Ramón Marquínez; 26º D.
Juan Antonio Zalduendo; 27º D. Juaquín de Irigoyen; 28º Xertrudis González; 29º
Pedro Miguel Larraynzar.
En un cálculo muy aproximativo, de
30x800, daría unos 24000 litros, que se venderían ese año, sin contar con otras
cubas de fuera del pueblo, tocando a unos 8 litros por habitante de la villa al
año, o unos 40 litros por familia de 5 personas. Ya el consumo de vino para la
fecha se había hecho importante.
Arriendo de taberna
El arriendo de la taberna salía cada
año, en enero. Fueron arrendadores Gregorio Istúriz (1693), Eugenio Márquez
(1699), Joseph de Abalos (1718), Santiago Alonso (1743), Lorenzo Casado (1761,
1764), Juan Joseph de Echeverría (1767), Bartolomé de Aguirre (1770, 1772,
1782), Juan Manuel González (1775, 1777), Santos-Saturnino Elvira (1787, 1788),
Esteban González (1793), Manuel Subero (1794), Miguel Martínez de Baquedano
(1795), Francisco Gómez (1800). A comienzos de siglos XIX venden aguardiente
Manuel Lacalle (1807), Javier Elvira (1808) y Genaro Íñigo (1809).
Algunos personajes que llegan a Mendavia
supervisan el vino que se expende. El obispo Gaspar Miranda Argaiz lo prueba y
duda de si es vinagre (1754). D. Pedro Ochoa de Olza, Alcalde Mayor del condado
de Lerín, Juez de Residencia en lo civil y criminal, en su estancia en Mendavia
el año 1764, dice que el pan y vino que se da en las beredas no son de buena
calidad, pero en las cuentas se reflejan como buenos.
En 1757 y 1758 el regimiento realiza
advertencias a los vecinos que desean vender su vino cosechero en casa, sin
perjuicio de la taberna y con las regulaciones debidas. Se exige que un
práctico apruebe las condiciones de venta.
Evolución de la renta anual de la taberna
Estos datos anuales del pago por
arriendo de la taberna pueden ser otro interesante indicativo de la producción
y consumo de vino en la villa.
Año
|
Reales
|
1699
|
165
|
1743
|
330
|
1775
|
864
|
1782
|
1.176
|
1794
|
1.360
|
Puede apreciarse el incremento notable
del pago del arriendo, lo que muestra que los beneficios obtenidos también
fueron en aumento. Entre las condiciones confirmadas por el Real Consejo en
1795 la primera establecerá que tal renta no baje de 660 reales.
El Real Consejo de 1795
Entre otras condiciones que se fijan
para la venta y consumo de vino en el pueblo resaltan las que favorecen a los
cosecheros para vender libremente su vino, y a los vecinos en general para
traer de afuera vino para su consumo. Las regulaciones más estrictas se
establecen para el sorteo y venta del vino en la taberna. Se recogen aquí estas
normativas:
· Que
si los cosecheros de vino de la Villa lo tuvieran propio de su cosecha, lo ha
de vender precisamente el arrendador de la taberna, y en ese caso no se ha de
poder traer de fuera. Que cuando no haya
vino de dichos cosecheros en el pueblo, podrá el arrendador conducirlo de los
pueblos inmediatos.
· Que
los vecinos, con arreglo a la costumbre antigua, puedan traer vino de fuera
para su propio consumo, sin que nadie se lo pueda estorbar, ni incurra en pena
alguna.
· Que
para vender el vino de los cosecheros del pueblo, se sortearán entre todos 10
cubas y dará principio a vender el primero que sorteare y así sucesivamente.
· Que
el cosechero que quiera vender el vino en su propia casa, lo pueda hacer cuando
quiera y no podrá en este caso valerse para su venta del arrendador de la
taberna, su mujer, ni familia y lo deberá hacer por medio de cualesquiera
persona o personas que les pareciere.
· Que
los vecinos con ningún pretexto ni motivo puedan traer vino común para vender
en sus casas.
Que se planten viñas
Ante al incremento de consumo del vino,
en 1796 el alcalde propuso que, como es muy poco el viñedo que hay y, por lo
mismo, la mayor parte del año falta abasto de vino, los vecinos tienen que
traerlo de fuera o proveerse en la taberna, con mucho dispendio y coste, y en
atención a que hay términos apropiados para viñas, deliberen lo que les
pareciese. Los vecinos dijeron que se planten viñas en las tierras labradías
del término de Beraza, Marinegra y Pie del Rubio, hasta la pasada que baja a la
hoya de Valilengua y que el ganado menudo pueda gozar en dichas viñas, desde la
vendimia hasta el día de Nuestra Señora de Marzo, o algunos días antes, según
el estado y adelantamiento de las viñas y que se haga saber a la Mesta esta
resolución, para que le conste y se solicite al Real Consejo, para lo cual dan
poder a Félix Escudero, procurador de esta villa.
Todos los acontecimientos se acompañaban con vino
Tanto el día de San Fermín (1709) como la
procesión con Ntra. Sra. de Beraza, patrona de la villa, desde la iglesia a la
capilla que se hizo nueva (1713) se concluyen en celebraciones populares con
vino. La cofradía de San Isidro Labrador y San Antonio Abad repartían anualmente
a los cofrades entre 12 y 20 cántaras de vino.
Las beredas de trabajo se acompañan con
pan y vino. En ocasiones se agrega queso y, en casos especiales, hasta sardinas
(en 1709 se gastan 29 reales en pan, vino y unas sardinas, con la gente que
fueron a señalar los 11 casos; a 7 reales el
ciento de sardinas).
El siglo de las beredas. Experiencia de organización vecinal
Se pueden revisar algunas de las beredas
desde finales de siglo XVII y durante todo el siglo XVIII. Es sorprendente cómo
con el establecimiento de las Juntas de Veintena como gobierno municipal más aristocrático
el sistema de beredas se fue extinguiendo.
La mayor parte de ellas se hacían para
mejorar la fluidez de los cauces de los ríos o reparar sus daños en el pueblo,
en puentes y caminos. Se ahonda el cárcabo (1692), se deshace una estacada en
medio del Río Ebro (1701), se ponen estacas en el Río Ebro para su defensa
(1704, 1708, 1712, 1738, 1745), y en el Puente Grande, para defensa de las
avenidas y que no entrase la agua en el lugar (1707), se abre un desaguadero en
el Río del Moral, se quita el agua de las avenidas del Río Salado (1709, 1718),
se compone el valladar debajo San Bartolomé, para defensa de las avenidas del
Río Salado (1717, 1775), se compone la presa del Río Mayor, y se componen otros
ríos en la Requeja para regar los Sotos, a causa de haber causado ruinas una
avenida de dicho Río Mayor (1725, 1739, 1744, 1763, 1774), se repara el cespediado y borde que contiene las
aguas que bajan del Río Salado al Río Mayor (1764), se abre una porción de
cauce, en el paraje que llaman la Helera, para conducir el agua al Río Molinar
y echar la fuente de Lazagurría al cauce del río Nuevo (1708, 1721, 1726, 1737,
1774), se limpia el cubo del molino, el río del mismo y el río Cascajo (1718,
1723, 1746, 1766), se hace el cespediado de El Moredo (1723), se limpia el Río
Madre de Carralegarda, Carra Imas y la Cárcaba (1721, 1740, 1787), se hace un
río nuevo en el Soto de Abajo, para impedir que se inundase el Aguachinal
(1780), se compone la Presa del Soto, se limpian ríos para regar (1767, 1768,
1785, 1792). Se cierra la cárcava del Arenal para conducir el agua del Ebro
para los Sotos (1725, 1763).
Se componen caminos a Carre Legarda, Carre
el Carro, Carra el Soto, Carra la Rueda y algunas puentes que cruzan los Ríos
(1711, 1791), se componen el Calvario, caminos
Carre Logroño (1739, 1774, 1782, 1785), camino de Imas (1792), camino
del Puente Grande hasta el río Cascajo y el camino de la Vuelta del Monte,
camino del río Molino, camino de Parte el Prado (1788), los caminos para subir
a la iglesia, que estaban intransitables por las muchas aguas que cayeron (1787),
se abre una carretera hacia el molino harinero para el mejor tránsito de los
carros (1746), se compone la Plaza (1783) y se compone la puente que llaman de
la Fuente (1787), se allana el Corral del Concejo y la carretera que está sobre
él, que fue preciso para el uso del acarreo y del tránsito de coches en el
Camino Real (1751). Se echa cascajo en la calzada, desde el Río Cascajo hasta
la entrada de la villa, pasando por el Puente Grande, que es camino carretil
para la Ciudad de Pamplona (1760, 1771). Se componen los caminos hacia Los
Arcos, Sesma, Lerín, Lodosa y Viana (1711, 1763, 1771). 1783 fue especialmente
frío, con muchas nevadas y lluvias que obligaron a componer totalmente la plaza
y varios caminos por estar “enronados” e intrasitables, igual se llevaron las
avenidas, la presa del Soto. Se hizo todo a beredas.
Otro tipo de beredas no mencionadas con tanta
frecuencia dan ideas de la variedad de faenas comunitarias realizadas en el
pueblo:
Sacar las aguas del pueblo, que
inundaban las casas de los vecinos (1789, 1791).
Plantar árboles en el camino de Legarda
y también alrededor del Santuario (1704), limpiar de árboles el Soto, abrir
hoyos para la plantación de árboles y cavar el vivero (1759).
Recoger nieve y hielo en marzo, para
vender en agosto, limpiar y escombrar el pozo de la nevera (1702, 1709, 1711,
1721, 1736, 1739, 1780, 1785 y 1786).
Echar las suertes de los términos de
Baloria y Beraza (1704) y señalar 11 casos (1709), barear y medir el término
del Arenal (1725).
Componer y señalar las mugas de los
término de Imas y La Sarda, reconocer las mugas y mojones de la villa y
circunvecinas (1712), en el Soto de Baldegón (1731), con los de Villamayor, enmendar
ciertas tierras que se habían introducido sin licencia (1717), poner las mugas
en piedra de la Dehesa, conducirlas
desde Imas (1746).
Recorrer campos y caminos, registrar
términos y mugas, para ver si había gente de mala vida (1710, 1739), circunvalar
las orillas del Ebro, poniendo sus respectivos centinelas y en los demás
términos, varias cuadrillas, para que aprehendiesen cualquier sujeto que
transitase, no siendo conocido y con sospecha de mala vida y gente vaga (1770),
recorrer ladrones por ferias de Tafalla y San Fermín (1745, 1791), vigilar a
los vecinos de Alcanadre que hacían cortes de leña (1722), reconocer caminos
por si andan gitanos, para prenderlos por orden del Sr. Conde de Moreda, Virrey
de este Reyno (1745).
Realizar el resaque de lobos (1739, 1791).
Cerrar el Corral del Monte y el de Soto,
para cubillar la vaquería y bueyería (1738).
Hacer una balsa en el término de Valoria
debajo la Fuente de la Ventosilla, para que en ella abrevasen las ganaderías
concejiles (1693).
Componer la Fuente de Balondo (1707).
Cerrar y componer la plaza para correr
los toros (1712, 1721, 1722, 1737).
Poner puentes para la procesiones a
Lodosa y Alcanadre y otra a Legarda (1712).
Cortar maderas para la escuela (1709), componer
la Casa de la Villa y Cárcel (1738), componer la escuela, el tejado del molino
y el Portal de la Villa (1768).
Limpiar y escombrar la Capilla del Sto.
Cristo en Ntra. Sra. de Legarda, llevar yeso y ladrillo para su composición, y colocación
del Sto. Cristo de Legarda en la capilla nueva (1739).
Descombrar el Hospital, por haberse
hundido y cogido sus tapias la calle pública, dejándola intransitable (1745), demoler
el Hospital, escombrarlo, subir la madera y otros materiales que podían
aprovecharse, al granero de la villa, abrir los cimientos y conducir desde la
tejería 6.400 ladrillos y 1.700 tejas para la fábrica de dicho Hospital (1746).
Recoger gente presa para cumplir con la
orden que se tuvo para la primera leva de soldados (1718).